Un texto académico tiene que ver con elaboraciones intelectuales, realizadas de manera sistematizada para abordar un tema especializado que permite comunicar, difundir o intercambiar conocimientos. Para poder realizarlo es necesario fundamentarse en diferentes fuentes, lo que significa recurrir a materiales previamente elaborados sobre el tema a desarrollar. Para lo cual se hace uso de las habilidades discursivas: síntesis, análisis, evaluación, discernimiento y argumentación.
La argumentación, que es el fundamento de un texto académico consiste en explicar, desarrollar, y en caso de ser necesario defender una tesis o tener una conclusión que sea capaz de sostenerse al ser coherente.
La información plasmada en un texto académico no es únicamente una narrativa de la experiencia, sino que debe tener información relevante con afirmaciones que se sustenten unas a otras y que tengan una relación lógica entre una cosa y sus partes, no presenta contradicciones y clarifica lo que se quiere conocer y compartir, por lo tanto debe estar redactado de tal manera que sea entendible para cualquier lector interesado en el tema.
La redacción académica es un tema de interés creciente porque se relaciona con leer, escribir, con la edición y la publicación de artículos en revistas, libros, capítulos de libros, informes y ponencias que permiten compartir adecuada y claramente el conocimiento.

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